Las caídas, ufff esas que nos ocurren una y otra vez cuando aprendemos a andar en bicicleta, pero de la cual una y otra vez nos paramos para poder al fin lograrlo, cuesta, nos frustramos, nos reímos, lloramos e incluso nos da miedo al principio, todo por que es algo desconocido quizás... La realidad de esto es día a día, que junto a alguien que nos sostiene la bicicleta y de la cual de a poco la va soltando para que nosotros tuviésemos más confianza, si así es... una de las anécdotas más significativa de nuestras vidas a lo mejor, puede pasar a transformarse en un paralelo, a lo que nos puede suceder más grandes, quizás has oído “Lo que más te cuesta, es lo qué más se valora” pues bien, en este caso a mi personalmente me ha costado llegar a la meta, y sí que me ha costado, a porrazos, moretones, penas, alegrías, ilusiones, decepciones uff en fin...
Pero ahí estoy como un buen soldado en la guerra, al pie del cañón, o como cuando éramos más niños de nuevo arriba de la “cleta”, es que simplemente, yo y todos nacimos para lograr nuestras metas... Personalmente, tal como me lo han inculcado mis padres, que son los forjadores de mi formación, es así que puedo decir con orgullo que mis papás son los pilares de este árbol en formación que soy yo, sin ellos no podría ser lo que soy, no tendría esa garra y fuerza que hoy tengo para salir adelante y levantarme para volver a intentarlo una y otra vez si es necesario, por eso recuerdo esa travesía de aprender a andar en bicicleta, que algunos les cuesta más que a otros, a mi no me costo mucho cuando era niña, pero si me costaron otras cosas más grande, lo cual no me hace menos inteligente o menos capaz, sólo que mi vida es así a punta de sacrificios y muchas pruebas, donde todo no es en bandeja si no que tiene su costo y esfuerzo, más de alguno se vera reflejado quizás no en la misma experiencia si no que en otra, lo que en consecuencia es parte de la vida.... Obviamente a algunos se les da todo en bandeja, pero bueno ellos tienen suerte o mala suerte depende desde el punto de vista en que se mire, yo al menos no me siento desafortunada, es más me siento afortunada, por que simplemente cada instancia donde me cuesta más que otros, me enseña muchas cosas, entre ellas a atisbar verdaderos amigos, verdaderos consejos y la verdadera recompensa después; sin embargo, no hay que olvidar que después que aprender a andar en bicicleta, adquirimos independencia y velocidad al andar lo cual es una exelente recompensa, y por lo cual en otros traspies no será tan difícil levantarse, por que sabremos que despues de lograrlo iremos rápido quizás más haya de la velocidad luz.... Por eso la idea de estas palabras, no es pensar en cómo es nuestra vida, simplemente vivirla tal como vivimos esa inolvidable experiencia de aprender a andar en bicicleta, después de unos años recordarlo como lo lindo que fue y decir nuevamente “Lo que más nos cuesta es lo que más se valora”.
1 comentario:
Hola Ivi, pero q escritora, no,
tan muy wenas las historias,
d verda te dejan un lindo mensaje,
y este en especial, me ayuda muxo,
q lindo lo q haces, creo q soy el primer comentario, jajajajaja,
sigue asi, serás cada vez mejor,
te keru muxo, q tes bn bn,y gracias, cuidate muxo, bexos, xau...
PaOly
Publicar un comentario